NO QUIERO MORIR… Las Cosas de la Política

No quiero morir… Las Cosas de la Política
Miguel Ángel Hernández Albarrán

Fue brutal y desgarrador escuchar y ver a Dante Emiliano exclamar en medio de su dolor NO QUIERO MORIR, aferrándose a la vida, tardía acción para trasladarlo y atenderlo en un hospital que finalmente le costó la vida, el motivo pasa a segundo plano, de víctima sensible, pasaron a revictimizarlo, de un acto criminal violento el gobierno lo justifica y lo politiza, Andrés Manuel López Obrador dice que el hecho se magnífica y se utiliza para atacarlo a él por los tiempos electorales, razón de quien representa la miseria humana tal cual, el político mesiánico se dice atacado y víctima, al final de cuentas lo valida con el “hay menos violencia, pero más homicidios”.

El no quiero morir sigue y seguirá en la mente de todos los mexicanos, todos somos hijos, todos somos padres, todos somos humanos, ese grito y súplica visibilizó a los 12 mil 368 homicidios de personas de 0 a 17 que se han dado durante el presente gobierno de AMLO, son menores de edad, para algunos son estadísticas, otros tienen justificaciones y deducciones varias sobre el por qué de las muertes, no son accidentes, son homicidios y hasta ejecuciones, muertes directas o indirectas, motivos y razones son mera retórica para justificar la falta de empatía y sobre todo la complicidad al no actuar e imponer la ley, estamos hablando de cifras recabadas por REDIM (Red por los Derechos de las Infancias en México), a estas habrá agregar la de cientos de menores desaparecidos y no encontrados, realidad brutal que horroriza y que el gobierno normaliza con su apatía.

El no me quiero morir también se escuchó en muchos hogares durante la pandemia del COVID, muchos mexicano perdieron la vida ante la actitud genocida del gobierno mexicano y del propio López Obrador y de López-Gatell Ramírez, ahí están las cifras oficiales y su registro con la referencia de insuficiencia respiratoria o pulmonía, también lo escucharon muchos padres con niños enfermos de cáncer a lis cuales una política errática y criminal les quitó las quimios, súplica que se convirtió en un grito desesperado y de angustia, para miles de enfermos que han dejado de tener servicios médicos y medicamentos, el sueño del sistema de salud como Dinamarca solo quedó en las mente y en la utopía de Andrés Manuel.

Cuantas víctimas de feminicidio habrán hecho la misma súplica a sus asesinos, la impunidad y el desinterés de autoridades y gobierno de reconocer los hechos, perseguir los y aplicar la ley los hacen cómplices, cuántos niños enfermos y jóvenes reclutados por el crimen organizado habrán expresado con sus ojos el no me quiero morir, unos ante la falta de tratamientos, otros ante el olvido de su búsqueda, cuantos desaparecidos lo habrán dicho suplicantes antes de terminar en fosas clandestinas o ser creados, cuantos mexicanos lo dirán en sus oraciones (sea cual sea su religión) antes de salir a trabajar, cuantos transportistas lo agregaron a su decreto camionero antes de salir a las carreteras, cuántos elementos policiacos y de las fuerzas armadas también lo hacen ante la orden de no actuar bajo la premisa de “abrazos, no balazos”.

También los políticos la expresan al ser obligados a renunciar a sus aspiraciones electorales, muchos ya son víctimas y están en la memoria de cada elección, habrá algunos que se aferran a la vida política que les otorga la impunidad del cargo, y dirán no quiero morir políticamente y en el olvido, el ejemplo lo tenemos en Andrés Manuel López Obrador, quien pretende ser eterno, quiere ser y hacer la historia final, queda claro que la imagen y la súplica de DANTE EMILIANO será permanente recuerdo de lo que no queremos que sea la normalidad de nuestras vidas, tampoco una expresión y súplica permanente, hay que reflexionar para cambiar nuestra realidad todos podemos hacer que esta cambie, lo podemos hacer, para eso tenemos voz, habrá que expresarla y evitar que la libertad y la democracia sean parte del… NO ME QUIERO MORIR.

PD. Llegó el momento de ejercer nuestro derecho, de exigir libertad, paz y sobre todo justicia, es tiempo de votar y cambiar el no me quiero morir, por el quiero vivir.

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